Cien años de cooperativismo, cien años de trabajo en común en el Priorat. Este año son varias las cooperativas de la comarca que conmemoran un siglo de vida, y evocan un siglo marcado por la dureza de trabajar en el campo y también de superación a las adversidades para garantizar, hoy, la producción de algunas de las uvas más apreciadas del mundo.
En Bellmunt del Priorat, desde el 15 de abril hasta el 14 de mayo, la Cooperativa muestra una exposición que recoge la historia del cooperativismo local. Lo hace con las herramientas que Carmen Pallach, Maria Teresa Torné y Maria Secall han ido reuniendo procedentes de las casas del pueblo. A través de la maquinaria y de los utensilios del campo se puede hacer un recorrido de la vida en el campo en cultivos como el olivo o la vid. Un amplio abanico de imágenes históricas redondean y acaban de contextualizar la muestra.
En Bellmunt, la Cooperativa nació «para garantizar que se pudiera cobrar a un precio más justo el vino a granel que entonces veníamos mayoritariamente en Francia» explica Joan Barceló Martínez, actual presidente de la entidad. Cultivaban garnachas, cariñenas … que poco a poco lograron un mayor prestigio y, también, un incremento del precio.
Durante décadas, en Bellmunt la Cooperativa compartió protagonismo económico con las Minas como principales motores económicos y sociales del municipio. Ahora, las Minas ha sido reconvertidas en un equipamiento cultural y turístico, y la Cooperativa está formada por 35 socios, lejos de los 150 que llegó a reunir la entidad en su época dorada. Sin embargo, el futuro se mira con optimismo: «Tenemos socios jóvenes y también las cosechas vendidas!» Exclama Joan Barceló, al tiempo que añade que la producción de uva se vende en distintas bodegas del Priorat.
La Casa Gran del Siurana, que pertenece al grupo Castillo de Peralada, es actualmente la arrendataria de las instalaciones de la Cooperativa. Aquí produce sus vinos: GR-174, Cruor, Gran Cruor, La Grima y Gran Cruor Cariñena, explicaba Jordi Alentorn, su responsable de viñedos. La llegada, hace unos años, de la bodega a la cooperativa de Bellmunt supuso una inyección económica para la entidad y, al mismo tiempo, también la continuidad -en las instalaciones de la cooperativa- de la producción de vinos. Ahora, la Casa Gran del Siurana y la Cooperativa comparten protagonismo en la centenaria celebración.